En esa lagrima condensada, cautiva la pasión


delicado cristal, frágil prisión;


incapaz de soportar las ardientes llamas...


deslizándose trémula hacia la nada,


al fin se desvanece:


Evaporada!!!

miércoles, 17 de agosto de 2011

Hacia el mar

Si en silencio pudiese partir 
dejando atrás 
tan solo un poco de mi en ti, 
partiría sin dudar... 
Rodar hacia un nuevo amanecer 
luces y sombras detrás;
carretera, cuyo destino final
 siempre es el mar


Junto al son del trueno
el hondo lamento del viento
presagia la titánica confrontación 
de la tierra y el mar
Rompe el rayo la negrura
e ilumina la arrogancia desmedida
de la granítica muralla, 
que invencible, se alza 
eternamente desafiante
contra la furia de los océanos 
Ruge el cielo:
 Llueve
Ruge el corazón de la roca:
No pasaran
Mientras se estrellan las olas, una tras otra,
 sonríe Poseidón:
Quizá hoy no...




...Y volver a rodar...


JackSparragoss



19 comentarios:

EvaBSanZ dijo...

Me gustan los días de tormenta y me ha gustado mucho leer esté maravilloso poema.

Mi beso

Unknown dijo...

Eva, a mi también me gustan esos días, pero mas aún me gusta la calma que viene después con ese perfume característico...

Un beso

José Antonio del Pozo dijo...

Hola, Jack, tempestad y empuje, carretera y asfalto en tu poema, quedó genial esa mezcla.
Saludos blogueros

Cecy dijo...

El mar que intensamente siempre nos llama, nos seduce, nos envuelve.
Y en ese camino las tormentas son para vivirlas…

Un abrazo!

Antoni dijo...

Siempre me ha gustado el olor de la tierra después de la tormenta, me recuerda tiempos ya pasados, tiempos que ya no volverán de la infancia.
Genial poema, Jack

Unknown dijo...

José Antonio, así es la vida una amalgama de ingredientes pintorescos.

Saludos blogueros, maestro

Unknown dijo...

Cecy, así es, las tormentas son una parte fundamental de nuestras vidas y, probablemente, responsables de nuestro crecimiento...

Un abrazo

Unknown dijo...

Antoni, eso es, exactamente, lo que queda después de la tormenta: recuerdos.
Gracias por tu visita, me alegra verte por aquí.

Un abrazo

Natalia Pastor dijo...

Hay veces que seguir la carretera hasta el final nos lleva a lugares que el destino nos tenía reservados.
Aunque a veces no tengamos sitio donde resguardarnos de la tormenta...

Me gusta el poema.

Unknown dijo...

Natalia, ¿que carretera que se precie no acabara donde comienza el mar? ¿que mar no se presenta fiero primero? Ya vendrá luego la cálida arena y los atardeceres templados...

Gracias por tus palabras

Towanda dijo...

¡Qué ganitas tenía de visitarte!...
Me has echo sentir el mar, ese mar (tan seductor) que este verano no voy a poder disfrutar, ¿qué le vamos a hacer?.

Un beso fortísimo.

Andri Alba dijo...

Realmente es una hermosa y original mezcla. Bien comparto la opinión de José Antonio del Pozo.

Un abrazo fuerte y besos.

Unknown dijo...

Towanda, este año sacrificio(yo tampoco he podido salir) el año que viene ¿quién sabe?

Bienvenida de nuevo...

Un beso

Unknown dijo...

Andri, me alegra que compartas opinión con José Antonio

Abrazo y beso para ti también...

Andri Alba dijo...

Me alegra que hayas venido de nuevo a mi rincón.

Te abrazo por amar sin razón.

:)

Mixha Zizek dijo...

Jack me gusta mucho tu poesía, ruge el cielo rompe el rayo y veo las estrellas en tu poema que me desafían frente al mar...
Es el diario de venir de las olas, esos instantes que tenemos en el día a día, bello mi querido Pirata, besos

Herep dijo...

Muy sentido, Jack.
La carretera y el destino final al que nos lleva.
Me recuerda una película, The Road, que, justo como tu poema, acaba a orillas de la mar.
El Fin de una, y el inicio de otra. Ésta más infinita, más misteriosa.

Un saludo.

Unknown dijo...

Mixha, la vida es un choque constante de fuerzas...
Muchas gracias por tu visita y por tus palabras.

Un beso

Unknown dijo...

Herep, ya me gustaría a mi que el final de una película fuese el comienzo de mis historias... La realidad supera la ficción, con creces.

Un abrazo